Niños con riesgo de exclusión se integran a través de la música en Maravillas
Madrid, 28 abr (EFE).- Los niños del colegio público Pi y Margall, en el barrio de Maravillas, acuden cada semana a su cita con la música en los talleres de la Fundación Música Creativa, donde el ritmo, el canto y los instrumentos musicales no son sólo formas u objetos, sino los cauces de la integración.
Los niños inmigrantes o con riesgo de exclusión social de este colegio público, en pleno centro de Madrid, en la Plaza del Dos de Mayo, donde conviven alumnos de 20 nacionalidades diferentes, participan de forma gratuita en este proyecto que la fundación ha inaugurado este curso escolar.
Profesores de música imparten una vez por semana clases de iniciación, de percusión y de coro, una actividad en la que participan 25 niños de entre 6 y 11 años.
En el coro que dirige la profesora Gador Soriano, alumnos inmigrantes o con algún tipo de discapacidad, conviven con otros que no tienen ningún tipo de dificultad, y juntos, con el acompañamiento de un piano aprenden a respirar para cantar, a entonar e incluso a componer sus propios temas musicales.
El trabajo que se hace en la hora que dura la clase es "cincuenta por ciento musical y cincuenta por ciento social, porque abarca muchos aspectos diferentes de la personalidad, de la integración y del desarrollo social de los niños", explica la directora de la fundación Música Creativa, Nereida Fonseca.
Gador Soriano, que es la encargada de impartir las clases, señala que el canto coral es una actividad "en la que tienen que estar todos, en la que ganan todos y que no fomenta la competitividad, sino que hace que todos permanezcan en grupo" lo que asegura, ya les une muchísimo.
Las clases no sólo tienen el carácter internacional que le dan sus alumnos procedentes de Filipinas, Ecuador y Marruecos y otros tantos países, sino que además en ella se trabaja con músicas del mundo, espcialmente anglosajonas, que suelen ser las favoritas de los niños.
La reacción de los pequeños es satisfactoria para su profesora, quien además de sorprenderse por lo bien que pronuncian en inglés, detalla que es muy fácil trabajar con ellos "por el interés y las ganas que le ponen".
Asimismo, Gador Soriano matiza que parte del trabajo que se hace va dirigido a los padres, ya que éstos en muchos casos desconocen "lo que sus hijos están llegando a hacer, lo brillantes que son y lo que destacan".
De forma anecdótica, los responsables de la fundación relatan que los padres de algunos de los niños, desconocían incluso que sus hijos asistían a estas clases de música.
Lo que dicen, demuestra la motivación que tienen estos niños en participar en el coro y lo independientes que llegan a ser.
Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, así como otros ayuntamientos de la región, la Orquesta y Coro Nacionales de España, Amnistía Internacional y el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad; así como el Museo de Arte Contemporáneo, el Instituto Francés o el British Council, entre otros, colaboran con la Fundación.
Madrid, 28 abr (EFE).- Los niños del colegio público Pi y Margall, en el barrio de Maravillas, acuden cada semana a su cita con la música en los talleres de la Fundación Música Creativa, donde el ritmo, el canto y los instrumentos musicales no son sólo formas u objetos, sino los cauces de la integración.
Los niños inmigrantes o con riesgo de exclusión social de este colegio público, en pleno centro de Madrid, en la Plaza del Dos de Mayo, donde conviven alumnos de 20 nacionalidades diferentes, participan de forma gratuita en este proyecto que la fundación ha inaugurado este curso escolar.
Profesores de música imparten una vez por semana clases de iniciación, de percusión y de coro, una actividad en la que participan 25 niños de entre 6 y 11 años.
En el coro que dirige la profesora Gador Soriano, alumnos inmigrantes o con algún tipo de discapacidad, conviven con otros que no tienen ningún tipo de dificultad, y juntos, con el acompañamiento de un piano aprenden a respirar para cantar, a entonar e incluso a componer sus propios temas musicales.
El trabajo que se hace en la hora que dura la clase es "cincuenta por ciento musical y cincuenta por ciento social, porque abarca muchos aspectos diferentes de la personalidad, de la integración y del desarrollo social de los niños", explica la directora de la fundación Música Creativa, Nereida Fonseca.
Gador Soriano, que es la encargada de impartir las clases, señala que el canto coral es una actividad "en la que tienen que estar todos, en la que ganan todos y que no fomenta la competitividad, sino que hace que todos permanezcan en grupo" lo que asegura, ya les une muchísimo.
Las clases no sólo tienen el carácter internacional que le dan sus alumnos procedentes de Filipinas, Ecuador y Marruecos y otros tantos países, sino que además en ella se trabaja con músicas del mundo, espcialmente anglosajonas, que suelen ser las favoritas de los niños.
La reacción de los pequeños es satisfactoria para su profesora, quien además de sorprenderse por lo bien que pronuncian en inglés, detalla que es muy fácil trabajar con ellos "por el interés y las ganas que le ponen".
Asimismo, Gador Soriano matiza que parte del trabajo que se hace va dirigido a los padres, ya que éstos en muchos casos desconocen "lo que sus hijos están llegando a hacer, lo brillantes que son y lo que destacan".
De forma anecdótica, los responsables de la fundación relatan que los padres de algunos de los niños, desconocían incluso que sus hijos asistían a estas clases de música.
Lo que dicen, demuestra la motivación que tienen estos niños en participar en el coro y lo independientes que llegan a ser.
Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, así como otros ayuntamientos de la región, la Orquesta y Coro Nacionales de España, Amnistía Internacional y el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad; así como el Museo de Arte Contemporáneo, el Instituto Francés o el British Council, entre otros, colaboran con la Fundación.
